Piden mi cabeza desde arriba, la piden a cachos, como desde hace décadas, les piden a otros que lo pidan ellos para no tener que pagar el pecado porque desde tan arriba no se puede pedir esto sin consecuencias. Pedirle a traves de otro no libera del pecado. No entiendo porque me dejan ver como lo piden. Yo no lo consiento ni lo consentiré. Mi cuerpo para mi persona es el templo de Dios que me hizo a su imagen y semejanza.
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